El pasado 7 de enero tuve la oportunidad de asistir por segunda ocasión a la obra ¡A vivir! dirigida, escrita y actuada por Odín Dupeyron.  

Monólogo que describe el testimonio de Marciano, el protagonista en busca de la superación personal, de una transformación que le permita ser finalmente feliz, de empezar a vivir la vida de verdad. Durante el proceso hace un viaje interior que examina realmente todo lo que ha pasado en su vida desde su niñez.

Biográfica tal vez, la obra presenta una confrontación constante entre libertad y miedos, curiosidad y conformismo, “valemadrismo” y el que dirán, lo liberal y conservador representado por la madre y padre respectivamente. La madre de Marciano revela el lado que cuestiona todo lo malo que ve en el padre. Se enfrenta lo asertivo ante la comodidad, los miedos. 

Una obra, movimiento y filosofía de vida seguido por muchos; en esta ocasión celebra el décimo aniversario en el auditorio Nacional. Divertida, Intensa, polémica, controvertida y criticada pero finalmente una expresión que logra reunir a 100,000 espectadores en esta ocasión, un lleno total.

Única vez que un monólogo ha logrado reunir tal cantidad de asistentes, con poco patrocinio, mercadotecnia y difusión.

El verdadero problema de la vida no es que se acabe, sino que la empezamos a vivir demasiado tarde

Tan adoptada por muchos como polémica y criticada por otros, ya que reclaman el uso de“frases trilladas”, “manejo de clichés”, "Vive, trabaja, disfruta, arriésgate...", “sé feliz” que en momentos podrás sentirte en sesión de alguna secta religiosa haciendo devoción a “Marciano”

Del otro lado divertida, intensa y real que en momentos consciente o inconsciente extrae sin permiso la risa, las lágrimas, el silencio, los "aullidos" y los gritos de los asistentes que se han identificado con muchos pasajes del testimonio del protagonista.

Finalmente todos esos componentes hacen la obra, por algo cumple ya 10 años de éxito ininterrumpido. Son probablemente dos horas de tener una oportunidad de reflexión libre del tráfico, del estrés, presiones de trabajo, pendientes y problemas o son simplemente 2 horas de puro entretenimiento, una obra más que nos hace olvidar todo lo demás.

Pero ¿Por qué no?¿Por qué no tomarlo un poco en serio?, y tal vez hacer algún tipo de análisis, autoevaluación y lograr una especie de catarsis. ¿Nos da miedo enfrentar estos temas?.

Por un lado me atrevería a comentar que más del 95% de los asistentes saldremos de la obra y seremos atrapados, absorbidos por las tentaciones de la comodidad, de la rutina, las presiones sociales, de los problemas en general y continuaremos sin cambio, sin la menor intención, satisfechos o no de haber disfrutado un simple evento de entretenimiento.

¿Pero que pasaría si no fuera un simple entretenimiento? 

Momentos de reflexión: 

+ Hígado encebollado:  recuerdo, signo, figura y representación de “Experimenta, prueba, sé curioso, no tengas miedo de intentar, como vas a saber si te gusta o no si no lo has probado”. Definitivamente los recuerdos de varias mamás llegan a nuestra mente sirviendo tan delicioso platillo justificando que es por tu bien, que es necesario que pruebes todo para que tomes decisión de lo que finalmente te gusta o no. Sinceramente extraño comer un hígado encebollado.

+ Valemadrismo: un “vale madres” bien entendido, donde lo más importante es lo que sientas, lo que quieres, lo que necesites, lo que busques, un sentimiento egoísta bien encaminado. Arriesgándote a no encajar en círculos de familia, trabajo, religión, creencias o amigos, por la lucha y búsqueda de ser tal cual eres. Arriesgándotea estar solo. Arriesgándote a ser tu mismo.Un “vale madres” que no es grito de reclamo por la influencia que hay de los demás en tu vida, sino la aceptación clara que finalmente les “vale madres” lo que hagas de tu vida, porque definitivamente así es. Eliminando la percepción errónea de que “ellos” tienen la culpa de los fracasos en tu vida.

+ En el hoyo: qué mejor oportunidad para un cambio. No hay nada que perder. El mejor detonante para atreverse. Cosas que en momentos de comodidad difícilmente haríamos.  Sin trabajo, sin dinero, sin amor, sin proyectos, sin oportunidades, sin expectativas ¿por qué no aprovecharlo?.¿Por qué no intentar cosas diferentes?

En momentos de una buena estima o de una comodidad aceptable, cambiar es más difícil que desde “el hoyo”.

+ No somos piedras: al final de la obra regalan una piedra como recordatorio de que no eres eso. Un objeto frío, duro, estático sino alguien que siente, que piensa, que se equivoca, que respira y finalmente tiene una vida que vale la pena disfrutar. 

+ Y si tu vida fuera una película donde fueras el protagonista y una multitud te estuviera observando: ¿Cómo sería? Una película de acción, terror, comedia, estática, aburrida, rutinaria, dramática, intensa, dinámica, larga. ¿Qué cambiarías? y no por ellos sino para que el final concluyeras “Que buen viaje”.

Mejores fragmentos compartidos por el autor: 

El verdadero problema de la vida no es que se acabe, sino que la empezamos a vivir demasiado tarde

El futuro será únicamente ese momento en que te arrepentirás en no haber hecho lo que debes hacer hoy por ti.

Cliché o filosofía de vida, una obra que vale la pena disfrutar como un momento de reflexión o un simple entretenimiento. Estará de gira por la república mexicana en el 2016. 

Fotos: https://www.grupo-odindupeyron.com/avivir/