El auto que se convirtió en ícono
El famoso Sedán fue todo un éxito desde su fabricación en 1934, donde el reto era construir un vehículo económico pero seguro para el pueblo alemán.
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Con tanta producción e innovación tecnológica, hoy en día es difícil que un producto llegue al mercado para quedarse. Un ejemplo magnífico de las cosas que permanecen es el Vocho, ese sedán que nació en Alemania a mediados del siglo pasado y que conquistó al mundo rápidamente.
Un coche que todos conocemos, que se ha vuelto parte de la cultura. El auto encorvado que sale en los álbumes familiares y que nos acompañó en cientos de momentos. En la carretera, en la escuela, de noche y de día, el Vocho siempre estuvo.
Desde que se creó el Volkswagen Käfer (escarabajo) todo cambió. Quizá esto se debe al complejo momento histórico en el que apareció; en la Alemania de Adolf Hitler. El encargado de su diseño fue el Ingeniero austriaco Prof Ferdinand Porsche y empezó a circular en las calles germanas a finales de la década de los 40. El éxito fue inminente desde la primera edición, sin embargo, pocos imaginaron que ese automóvil seguiría fabricándose hasta el 2003.
El día del Vocho se definió para el 22 de junio por ser el día en que Ferdinand Porsche, allá por 1934, firmó el contrato de construcción de este modelo, marcando así el inicio de su producción en Alemania, para luego continuar su fabricación en Brasil, México y otros lugares del mundo.
En 2003 se ensambló el último Vocho de la historia. Este auto se encuentra actualmente en exhibición en el Volkswagen Auto Museum en Wolfsburg, Alemania, donde también se pueden ver diversas ediciones especiales del coche, como el ejemplar un millón de 1955 –considerado por la marca uno de los más bellos–, el cual tiene diamantes incrustados en las defensas y otras partes de la carrocería.
El simpático auto conquistó a México por ser ‘rendidor’, economico, aguantador y con características nunca igualadas. Para muchas naciones de América Latina y claro para nuestro país, el Vocho fue mucho más que un simple auto.
El sonido de su motor se convirtió en un ruido habitual de las avenidas y su forma redondeada en el emblema de los taxis de la Ciudad de México.
La primera vez que se vio el VW sedán o vocho en nuestro país fue en 1954, en un evento llamado Alemania y su Industria. El modelo que trajeron fue el de “ventana oval”y esto es por el medallón trasero. También en ese mismo año participó en la carrera Panamericano y el piloto fue el príncipe Alfonso de Hohenlohe, hijo de un amigo de Ferdinand Porsche, y participaron con siete autos, estos autos montaban un motor cuatro cilindros 1.2 L.
En el año de 1955 se ensamblan los primeros 250 sedanes en la planta Automex. Y después se firman un acuerdo para hacer el ensamble que provenía de Alemania y este acuerdo fue hasta el año del 61.
Su alta durabilidad, la versatilidad de su plataforma y lo fácil de modificar, lo han hecho un auto altamente personalizable.
Es muy difícil encontrar hoy un Vocho que sea igual a otro.
Su calidad de icono lo ha hecho parte de la cultura pop, incluso siendo protagonista de incontables películas o series. El más reconocido, sin dudas es Herbie, el auto que forma parte de la pelicula The Love Bug.
No cabe duda que muchos tenemos alguna historia que contar en un Vocho, ¿No es así?, con quien aprendimos a manejar, nuestra primera compra, el heredado, el mas cuidado, el tuneado, el prestado...
Si hoy te encuentras uno, tomate una foto con el y mejor aún,... ¡Compártenos también un anécdota!, pues cada vez hay menos en circulación.
¡FELICIDADES VW!