La vida entera de un individuo tiende a desarrollarse dentro de distintas organizaciones.  Dentro de ellas, encuentra una vida social en la cual se mezclan y enfrentan ideas, sentimientos, intereses y aspiraciones. La psicología organizacional es la responsable de canalizar y orientar esos comportamientos con el objeto de producir un buen clima laboral que, a su vez, traerá ganancias a la empresa y mejoras en sus servicios. Es por esto que los enfoques organizacionales en la actualidad han dado un giro a este sistema refiriéndose al trabajador no como un activo de la empresa (capital humano), sino como un ser humano único en su naturaleza.

A lo largo de este último siglo, se ha escuchado hablar con frecuencia sobre el acoso laboral mejor conocido como mobbing, cuyo concepto se refiere a toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre trabajadores e incluso de jefe a empleado, de forma reiterada y a lo largo del tiempo. A medida que se daba a conocer este término, la población organizacional sintió la necesidad de expresarse, sacando a la luz de una manera asombrosa que las principales víctimas de mobbing son personas homosexuales, las cuales a diario se encuentran en la necesidad de enfrentar este tipo de acoso que para muchos se convierte en algo insostenible.

Es de suma importancia que la humanidad conozca las consecuencias de dicho acoso, principalmente, porque todo ser humano es único y puede que algunos tengan la fortaleza para sobrellevar los maltratos, pero hay otros que simplemente no pueden. Cuando se es acosado desde pequeño, con frecuencia estas inseguridades aumentan con los años, creando pensamientos negativos sobre sí mismos que solo empeoran con el tiempo. Este tipo de acoso puede conllevar a la depresión, al aislamiento e, incluso, al suicidio.

Aquellas personas que salen del clóset en el trabajo, para vivir de forma coherente su realidad, corren el peligro de ser víctimas del bullying, el odio y la incomprensión de sus superiores o, incluso, de compañeros de trabajo homofóbicos, con la intención de que renuncien, por simple y cruel diversión o para conseguir otra clase de objetivos poco éticos. Estos actos son denunciables en muchos países, sin embargo, la mayoría no lo hace debido a las consecuencias que pueden implicar: amenazas, represión, consecuencias económicas, entre otras.

Erradicar por completo el mobbing homosexual es una tarea que requiere de arduo trabajo, más no es algo imposible. Debemos entender que todo ser humano es diferente, que siente, percibe y vive a su manera y con las herramientas que tiene a su alcance. Es necesario dejar de lado los prejuicios y la alta moral porque, realmente, nadie es perfecto. El mobbing es un problema que puede afectar a cualquier persona, tratemos de ser mejores seres humanos tratando de no juzgar y criticar a todas las personas que nos rodean. Cada persona que ves está pasando por una batalla que desconoces, sé amable, no juzgues.

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Lic. Jessica Schell / NEUVOO

Coordinadora de Alianzas Estratégicas UY/PE

Email: jessica@neuvoo.com

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