Difícil de creer de primera instancia que el mismo Steve Jobs no permitiera el uso de los Ipads en su propia casa justificando que el prefería la discusión en familia de libros, historias y situaciones del día cotidiano, como hace referencia este artículo


Y es esta misma justificación por la que nosotros los padres deberíamos preocuparnos y sobre todo ocuparnos.  Es claro y asumo que es muy conveniente el darle una tableta o un teléfono celular a uno de tus hijos porque pueden pasar horas entretenidos sin que tu tengas que intervenir, permitiendo tener ese tiempo libre que luego tanto esperas.  Pero es aún mas preocupante que incluso no sepas el cómo los usan, que información consumen, con quien "chatean", qué páginas visitan. 

Sé que hay padres más conscientes y de vez en cuando revisan el historial para identificar que han estado viendo sus hijos, pero esto no significa que sea la realidad. Los niños y jóvenes de ahora son más hábiles y saben quitar y poner configuraciones que nosotros incluso no conocíamos que existían.

Entonces es ingenuo pensar que no puedan borrar el historial, navegar de forma anónima, crear otros usuarios de las redes sociales que no sean monitoreados, infinidad de trucos que la misma tecnología te lo permite y que ellos por su curiosidad de "picarle" a todo lo descubren más fácilmente. 

La solución rápida de desconectarle el internet de tu casa para que ya no accedan, fácilmente lo resuelven conectándose a la red del vecino con una aplicación que "hackea" la contraseña y les permita su acceso.

Sé que la prohibición de nada ayuda y el que "todos" los demás lo hagan significa que es bueno o que lo debamos de hacer.  Es evidente que somos más dependientes de la tecnología y que genera una gran ventaja competitiva aquellos quienes la dominan pero creo que es momento de detenernos un poco y analizar nuestra propia situación, identificar los excesos, los malos comportamientos e intentar eliminarlos.  

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