DIA DEL CARTERO: El 12 de noviembre de 1931 fue establecido en México el Día del Cartero y el Empleado Postal, con el propósito de reconocer la obra social que realizan llevando los mensajes que esperan en casa los ciudadanos.

Durante ese año, los empleados postales fueron celebrados por primera vez y en 1947 se imprimió un timbre dedicado al cartero.

Según medios mexicanos, el Día del Cartero fue promovido en reconocimiento a dos carteros que salvaron la correspondencia en situaciones críticas. Uno en un tren dinamitado por los revolucionarios y otro que cubría la correspondencia con su gorra y su saco para que no se mojaran.

Antes de la llegada de los españoles, en México se utilizaba el servicio de postas que era llevado a cabo por corredores rápidos y fuertes (painani.- mensajeros del imperio azteca), que recorrían grandes distancias para llevar las noticias de un tlatoani o rey a otro.

Aunque cada vez aumentan y son más eficientes los medios de comunicación modernos, por esto son menos las cartas personales que se envían por servicio postal, ningún medio ha logrado reemplazar totalmente al sistema de correos que actualmente hace uso de la tecnología a través de su página web.

Ya sea a pie, en bicicleta, en motocicleta o en auto, los carteros de nuestra era continúan realizando su labor, como quiera que sea logran llevar la correspondencia a cada hogar...

Ahora ya solo como un recuerdo de antaño las nuevas generaciones  no sabrán lo que es la espera de la llegada del cartero; nunca sabrán lo que es estar en espera de una carta, contando los días calculando la llegada del esperado sobre de algún comunicado o buenas nuevas,...

Aquel característico sonido de su silbato, anunciando su llegada el cartero, el sonido especial que aceleraba el corazón terminando con la espera.

¿Será que no sabrán nunca las nuevas generaciones, lo qué es vivir con impaciencia de que llegue a tiempo o que te llegue una?. Tener esa paciencia del proceso de planear que llegue en la fecha precisa; de hacerla para el agrado o para sorpresa del destinatario, teniendo el papel y sobre adecuado; de escribirla; de ir a comprar estampillas; de llevarla al correo o entregársela al cartero,... y quedarte en espera a que regrese con la respuesta que esperamos en una u otra carta mas... Y lo mejor aun: el recibir cartas así, personalizada, hecha pensando en ti oliendo al remitente.

¡Felicidades a los pocos carteros que aún existen entregando una noticia o un recuerdo al recibirla y abrirla!

Te invito a que escribas una carta, para tu papá, tu mamá, un ser querido, para tus hijos, o para ti mismo. Ya sea el hacerla o recibirla, te hará sentir bien. 

Desde ser una catarsis (Liberación o eliminación de los recuerdos que alteran la mente o el equilibrio nervioso) hasta un saludo divertido o para el recuerdo como una postal; el sentir de recibir unas cuantas líneas o palabras es la experiencia por vivir, que deja huella, que perdura.

Hace unos días por ejemplo supe de la existencia de una carta del siglo pasado (no tengo idea del año) que estaba dentro de una biblia, que yo le había mandado a mi abuelita; y ella murió hace 18 años. « ¡Uy no saben! tengo aún guardada correspondencia de varias personas, de diferentes ciudades y países, muchas historias, mucha tela de donde cortar para mas notas».

Imagine el gusto que tuvo al recibirla, abrirla, leerla sentada una tarde en su jardín; y mas tierno el imaginarla buscando una pluma y una linda hoja para contestarme. Se que ella siempre esta cerca de mi, como cuando nos enviabamos cartas con saludos y recetas.

Y así muchos mas recuerdos que puedes tener y contar; te aseguro que será un ejercicio que vale la pena retomar, ya que es algo escrito, a mano en donde en verdad se plasma tu sentir en ese momento, tu estado de animo y tiempo, algo que al escribir un e-mail, o whats app no pasa.

Para ti mi TUTU querida esta canción:


Concluyo esta nota con una Felicitación de Cumpleaños en modo tarjeta por correo de antaño para ti Toño B., con mis mejores deseos: « Que la vida te regale lo que esperas y anhelas, con trabajo, salud y bendiciones en familia,... Lo demás, llega solito. ¡Saludos! ».